miércoles

Literatura renacentista. Profundiza.

El amor en el Renacimiento.
Magia y Eros.

El estudio de papiros mágicos de la antigüedad tardía han mostrado que corrientes subterráneas desde la antigüedad tardía llegan hasta Bizancio y por tradición árabe penetran en Occidente durante el siglo XII.
Lo que llamamos magia en el Renacimiento es deudora de la magia árabe o influye notablemente en Ficino y Giordano Bruno. Estos pensadores combinan el neoplatonismo y la obra de Al-Kindi.
A Ficino le pertenece la ecuación Eros = Magia. El amor es un mago y lo que llamamos magia es la operación de Eros de acercar unas cosas a otras por similitud natural. El enamorado con sus gestos, palabras, favores y obsequios crea una red mágica alrededor del objeto de su amor. Sus medios de persuasión son medios mágicos para atar al otro. Esta operación la llama Bruno “vincular”.
Las teorías de Ficino inspiran en la teoría de las radiaciones universales de Al-Kindi. A estas radiaciones las llama con el nombre genérico de Eros.
Según Al-Kindi nosotros nos encontramos en medio de una red invisible de rayos procedente de los astros pero también de los objetos de la Tierra.
Esta teoría sirve para que Ficino y Bruno sustituyan el término radiación por el de Eros.

La Pléyade.
Llamada también la Brigada. Es un grupo poético formado por siete poetas franceses del siglo XVI de los que destacan Pierre de Ronsard y Joachin Du Bellay.
Tras la desaparición de Marot, gran poeta francés, muchos escritores intentaron formar un grupo llamado la Escuela Marótica de escasa calidad y originalidad. Fue criticada y atacada por la Pléyade. Otro grupo poético llamado la Escuela Lionesa tampoco llegaron a alcanzar la relevancia de la Pléyade.
A mediados del siglo XVI una serie de jóvenes admiradores de la cultura grecolatina acudían a los cursos del humanista Dorat en París. Entre esa serie de jóvenes eruditos estaban Ronsard, Du Bellay y Baïf. Estudiaron a los grandes maestros clásicos y trabajaron por el enriquecimiento de la lengua francesa, añadiendo cultivos y neologismos.
En 1549 Du Bellay pública “La defensa e ilustración de la lengua francesa”. Estos poetas rechazan la poesía como ejercicio de ingenio. Consideran que la visión del poeta es servir a la belleza a través de la genialidad francesa. Adoptaron el nombre de grupo siguiendo el de las estrellas de la constelación. El grupo estaba constituido por Pierre de Ronsard, Joachin de Bellay, Antoine de Baif, Kenny Belleau, Etienne Jodelle, Paulus de Tyard y Jean Dorat.

Pierre de Ronsard (1524-1585)
Nació en Vendônne y trabajo como paje real y escudero tras quedarse sordo se dedicó a los estudios literarios. Publicó sus obras en cinco volúmenes, una serie de poemas académicos inspirados en el poeta griego Píndaro y el poeta romano Horacio. Más tarde, aparecieron “los amores de Casandra”, una elegante colección de sonetos influidos por Petrarca. Le hicieron famoso y ganó prestigio. Sus poemas de amor más conocidos son sonetos a Helena.
Shakespeare.
Conocido como el “Bardo de Avon”. Desconocemos muchos datos de su vida y  esto ha provocado múltiples controversias en torno a su biografía: bisexualidad, autoría, autenticidad sobre su persona, etc. Lo que se sabe es que nació en Stratford-on-Avon en 1569 que se casó con Anne Hathaway y que murió en 1616.
Ciento cincuenta años después de su muerte emergieron serias dudas en el ámbito literario británico sobre la autoría de Shakespeare, en concreto, ciertas teorías de conspiración que se vejaban a creer que el fuese el auténtico autor de su producción literaria.
Sabemos que algunas obras y ciertos poemas fueron publicados bajo su nombre pero los revisionistas cultivos consideran que Shakespeare, el autor de la compañía teatral de Stratford era en realidad la máscara de otro autor que deseaba permanecer en el secreto y anonimato. En el siglo XIX se pensó que el verdadero autor era Fiannis Bucou y también se pensó en su compañero Chistopher Marlowe.
 Las teorías que reflejan a Shakespeare son variadas y algunas diferentes entre sí. Por ejemplo, se piensa que en el incendio del Teatro Globe muchos textos se perdieron quedando en manos de diversos escritores que los rescribieron. Entre ellos destacan: Fletcher y Donne quienes se reunían con Shakespeare el primer viernes de cada mes. Otras teorías señalan que los posibles autores de algunas de sus epopeyas fueron Marrones, Nash y Reele. Por otra parte Edward de Vere, conde de Oxford ha sido apuntado como el más fiable de los escritores que pudieron haber escrito gran parte de la obra de Shakespeare. El conde cedió sus derechos de autor a la compañía Chamberlain y se piensa que fue entonces cuando Shakespeare se aprovechó de sus textos.
En algunos documentos de tipo mercantil y público de la época, firmados y escritos por Shakespeare han permitido decir a los grafólogos que se hablaba de un hombre de muy bajo nivel académico. Hasta el mismísimo Sigmund Freud secundó la teoría de que era del Conde de Oxford.
La pregunta es obvia: ¿Cómo un plebeyo del siglo XVI, criado en un hogar casi analfabeto pudo escribir obras tan geniales y bellas?
El otro elemento de la polémica tiene que ver con el cambio literario que con el ámbito privado aunque indiscutiblemente aquel termine afectando a este último. Se trata de la supuesta bisexualidad de Shakespeare. Esta problemática se encuadra fundamentalmente en su producción poética, en concreto en sus sonetos, aunque se casó y tuvo varios hijos con Anne Hathaway, le dejó su segunda mejor casa, no obstante, también le dejó hermosos sonetos como el titulado “La esposa del mundo”.
Una lectura de sus sonetos ha inducido a pensar sobre su misoginia. La promiscuidad, la lujuria, la crueldad y la falsedad de la mujer son temas recurrentes pero a su vez en algunas de sus obras dramáticas expone la dialéctica entre la corrupción masculina y la mujer como la restauradora del orden o critica la vejada situación de las mujeres en la mentalidad patriarcal de su época.
El catedrático de literatura comparada, Alfredo Gómez Gil, estudioso de los sonetos shakesperianos, afirma que no hay nada que impide pensar sobre la bisexualidad, aunque a su vez señala que su homosexualidad no tiene porque influir en sus obras.
El catedrático Peter Holland no cree que Shakespeare fuera homosexual sino que fuese bisexual. Algunos de los sonetos están dedicados a hombres jóvenes. El poema que mayor polémica ha suscitado es el soneto XX, el cual parece referirse al tercer conde de Southampton, su mentor. Algunos opinan que fue también su amante. En otro dato que se incluye hacia esta opinión es la figura de la Dark Lady de sus sonetos, alter ego literario del conde de Southampton. Otros creen que se trata realmente de una bella joven morena subversión del canon, siéndole así infiel al conde. También es cierto que conocía las tarifas de las prostitutas de la época como revelan algunos de sus textos o que al parecer tuvo numerosas amantes femeninas.

La dama oscura y los sonetos de Shakespeare.
Los sonetos constituyen ciento cincuenta y cuatro poemas formados por tres serventesios y un dístico o pareado final (ABAB-CDCD-CFF-EGG).
El soneto inglés se debe a Henry Howard.
En torno a los sonetos han surgido numerosas incógnitas casi de carácter criptológico. El mayor misterio se centra en la enigmática dedicatoria a W.H. La dedicatoria exacta es:
“Al único inspirador de los siguientes sonetos: el Sr. W.H., toda la felicidad y aquella eternidad prometida por nuestro inmortal poeta le desea quien con los mejores deseos se aventura a darlos a la luz”
T.T
Thomas Thorpe pero se desconoce si fue el autor de esa dedicatoria.
Ciento veintiséis sonetos están dirigidos a un joven llamado “Fair Youth”. Existen numerosas teorías sobre la identidad sobre W.H.:
I. William Herbert: conde de Pembroke a quien dedicó el primer folio.
II. Henry Wristhesley: conde de Southampton, joven de gran belleza casi femenino y mecenas de Shakespeare a los veintiún años de edad.
III. Sir William Harvey: padrastro del anterior.
IV. William Himself: puede ser el mismo Shakespeare.
V. Se piensa en un error en la impresión de las iniciales. W.H. por W.S.
VI. William Hall: impresor al que Thorpe, colega suyo, hizo tal dedicatoria.
VII. William Hughes: nombre ficticio producto de juegos de palabras en los sonetos. Otros creen que fue su joven actor que actuaba en obras de Shakespeare.
VIII. William Haughton: un dramaturgo coetáneo.
IX. W.H.: Who he? Frase utilizada por Torphe para fomentar la especulación y la discusión, así como las ventas del texto.
Sobre la identidad de la dama oscura:
I. Mary Filton: explosiva belleza de la época, se la comparó con lady Macbeth y Julieta. Dama de la reina desde los diecisiete años.
II. Elisabeth Veron: aficionada al teatro y al mundo literario. Fue amante de varios poetas entre ellos Francis Bacon.
III. Lady Penelope Rich: hermana de Conde de Essex.
IV. La mesonera de la que nada se sabe y con la que supuestamente tuvo un hijo.
 En torno a los sonetos de Shakespeare encontramos un autentico enigma porque aun no sabemos con exactitud a quien están dedicados ni a que situaciones especificas se refieren.
El poeta William Wordsworth dijo que eran la llave con que el Bardo nos había abierto su corazón. Una llave llena de especulaciones y polémicas.
La primera edición completa se publicó en 1609, sin autorización del propio autor. La gran cantidad de erratas induce a pensar que no revisó el texto ni intervino en la edición.
En general se acepta que los sonetos se puedan dividir en dos secuencias: de la serie una a la ciento veintiséis dedicada a un hombre, a su “amigo” y de la serie ciento veintisiete a la ciento cincuenta y cuatro dedicada a la mujer, la dama oscura.
La teoría sobre la identificación del amigo con el W.H. de la dedicatoria fue ridiculizada en su momento (en el siglo XIX) para todos los que sostenían que se la dedicó a sí mismo.
En uno de sus poemas “Venus y Adonis” Venus intenta seducir a Adonis. Lo que ignoramos si es una traslación biográfica del propio autor.
Se piensa que la dama morena era una dama de la corte llamada Mary Fitton, pero al descubrir un relato se revelo que esta era rubia. También se ha sostenido que la posible dama era la reina Isabel, lo que rozó el ridículo.
Se ha pensado que esta oscura dama era luz y negra, una prostituta negra.
Samuel Coleridge admitía que un hombre podía sentir por otro un afecto que trasciende la amistad, pero a su juicio los sonetos solo podían proceder de un hombre profundamente enamorado de una mujer.
Samuel Butler, editor del siglo XIX, afirmo que la relación entre Southampton y el poeta era “más griego que inglés”.
Por su parte Anthony Burgess no creía que hubiera una “fijación pederástica” en Shakespeare sino a través del lenguaje del amor heterosexual se exaltaba no solo la amistad sino la belleza de un muchacho joven.
Hay que tener en cuenta que el tema de la amistad es una convención poética del Renacimiento: el poeta vasallo del amigo exalta el objeto de su adoración siguiendo la moda petrarquista. No debe causarnos sorpresa o estupor que la homosexualidad se encontrase en el contexto de Shakespeare.
En la época isabelina los hombres actores hacían los papeles femeninos y quizás el travestismo condujo a un cambio de costumbres sexuales. Aun así, si Shakespeare tuvo una relación homosexual habría sido sin duda bastante discreto. Desde 1533 era en Inglaterra un delito que se podía castigar con la muerte. Esta ley fue revocada por Eduardo VI pero cobró vigencia en 1562 y fue ofensa capital hasta 1828.
Para Benedetto Croce lo importante no es la persona sino la personalidad poética. Otra cuestión polémica fue la de la ordenación de los poemas, consiste en partir de una teoría biográfica, lo que implica nuevos problemas, ¿podemos leer los sonetos como recopilación de poemas sueltos o como un cancionero con estructura interna?
Para Coleridge y Wilson todos los sonetos formaban un gran y único poema. Frente a esta opinión se encuentra la de Knights que afirma que cada uno de ellos se escribió con un propósito diferente y con un grado diverso de intensidad poética.
Es cierto que los sonetos pueden leerse como una narración: la historia de un hombre seducido por la belleza de un joven y las interferencias de una mujer sensual que no hacía culto a la fidelidad. Pero esta narración no puede leerse por episodios porque las emociones que refleja son contradictorias. Su lenguaje a veces rebasa el típico de la amistad y roza más el del amante, pero tampoco responde a la poesía de la pederastia porque hay un fuerte contraste entre la exhortación al matrimonio “y la familia” y una pasión homosexual.
La fuerza de sus sonetos radica en esa violencia o tensión entre estos dos polos extremos, entre la belleza idealizada y la belleza de alcoba.
Son tres los personajes que aparecen en los sonetos: el amigo, la dama morena y el poeta rival. Algunos de sus sonetos más importantes son:
-         Soneto II: recoge tres sentidos de la palabra amor: campo de batalla, campo de cultivo y superficie de un escudo, se asocia con la figura del tiempo como guerrero y segador (Muerte). El tiempo cosecha pero también siembra: engendrando hijos. El joven podrá renovarse cuando envejezca, de ahí que la belleza del amigo sea un campo sin cultivar o labrar.
-         Soneto XX: el poeta declara su desinterés por una relación carnal con el amigo aunque también confiesa su ambigua fascinación. El poeta adora la figura femenina del amigo y renuncia solo a su parte viril, pero también admira la virilidad emocional que convierte al amigo en señora o dama señoril de su pasión.
-         Soneto XXIII: como una fiera pierde su fuerza y la exasperación. El exceso de deseo lo paraliza paradójicamente. La expresión “oír con los ojos” señala la lectura de la poesía.
-         Soneto LIX: muy influido por las Metamorfosis de Ovidio, refleja la cosmología que Ovidio popularizó y que derivaba de Pitágoras y los estoicos. Se trata de una cosmología basada en indestructibilidad de la vida en la eterna recurrencia de todas las cosas. Cuando dice “revolución” se refiere al movimiento rotativo del universo tolomaico alrededor de la Tierra.
-         Soneto LXXVIII: el mundo al que se refieren es el poeta mismo, víctima de su pasada ignorancia frente al poeta rival, más refinado.
-         Soneto LXXXVI: se habla desdeñosamente del poeta rival, todo conocimiento poético o inteligencia es una maldición para un poeta. Por la noche cuando el mundo material está dormido el poeta es embaucado en su afán por alcanzar la verdad y aparecerá como un necio a los ojos del mundo.
-         Soneto CVI: se ha pensado que hace referencia a la derrota de la Armada Española pero más bien es un eclipse de luna.
-         Soneto CXXVIII: dedicado a una dama que ejecuta una pieza en las virginales (especie de clavicordio). Las atrevidas teclas hacen referencia a otros pretendientes de la dama. Tal vez aquí aluda a Mary Fitton.
-         Soneto CXLIV: Michael Brayton, poeta amigo y admirador de Shakespeare, trata el tópico del ángel bueno y el maligno en la misma persona de la amada. La palabra “infierno” tiene una clara connotación física: amor, pasión, lascivia dentro del poeta. El verbo “inflamar” alude al modo en que se echa a la zorra en las cacerías encendiendo fuego para que salga de su escondrijo. Pero también significaba en el ingles de la época, contagiar enfermedades venéreas.

Personajes shakesperianos.
Ofelia.
            La amada de Hamlet es un personaje marginal en el drama de Shakespeare pero ha alcanzado protagonismo como icono tanto en poesía como pintura. Ofelia es emblema de la víctima inocente e ignorante, toda su misión, obediencia y pureza de los conflictos narrados en su época.

Primero sufre el cortejo de Hamlet, después su repentino, cruel y injustificado rechazo y por último el duelo por la pérdida de su padre. Su mente se trastorna y la locura comienza a dominar su personalidad haciéndola actuar de manera insensata y desesperada.
Shakespeare se centró en los aspectos más turbios y oscuros de la mente virginal de la muchacha, en sus fantasías eróticas obsesivas y violentas. A los artistas interesó el lado necrófilo de la época representando a Ofelia en un marco de vegetación densa y sombría, aflorando en aguas inmóviles y cubierta por corolas de flores.
La imagen más celebre de Ofelia es el cuadro de John Everett Millairs (siglo XIX) que la representa muerta en aguas gélidas y cubierta de flores.
Otra magnifica representación es la Ofelia de Felipe Carena que en 1912 escogió un formato marcadamente estrecho y alargado para insinuar el ataúd con delicados juegos de transparencias y sombras violáceas y verdosas. Otra representación artística de Ofelia son: J. W. Waterhouse en 1894 la representa aun viva pero entretejiéndose flores en el pelo a orillas del estanque al que luego se arrojará.
Alberto Martini representa más la locura, las sombrías fantasías que pueblan el delirio de Ofelia y todo ello a través de contrastes blancos y negros. Abajo a la izquierda el curso del agua cubierta de flores que anuncia la muerte de la muchacha.
Delacroix recoge el momento en que Ofelia se arroja al estanque, acto cuatro, con reminiscencia al mito de Narciso.

Otelo
Se trata de una tragedia de engaños y celos, de la pasión que ciega a la razón. Otelo es un personaje que ha gozado de una gran fuerza dramática, pero es sin duda su amada Desdemona la que aporta mayor hondura poética en el desenlace fatal.

Los celos, ese sentimiento causado por el temor y la sospecha de que otra persona se lleve el afecto del ser querido, han alimentado el conflicto amoroso de numerosas obras dramáticas universales.
En Otelo, Yago, que desea vengarse del moro de Venecia porque ha preferido como lugarteniente a Cassio, despierta en su ama unos celos infundados que lo conducen finalmente a asesinar a su esposa Desdemona.

El Rey Lear
Drama de pasiones desatadas y furia salvaje de los elementos. Los turbios conflictos de padres: amor y muerte centrados en las relaciones entre el viejo rey de Bretaña y sus hijos en el juego de intrigas políticas.
El núcleo emocional de la tragedia se basa en el tierno, auténtico y fiel amor filial entre el rey y su hija favorita Cordelia. Los elementos y escenas de la obra que más han calado en el público lector son la locura del rey Lear, el rechazo inicial de Cordelia por parte de su padre que ha malinterpretado la timidez de su hija y sobre todo el funeral de Cordelia

Macbeth
Es la más sombría de las obras shakesperianas pero también es la más vigorosa, llena de angustia y violencia. Aquí la ambición devora a los personajes, alcanzados por un destino maléfico y amenazador. Ya en el primer acto tenemos el momento crucial del drama, el encuentro de Macbeth y Banquo con las tres brujas que le lanzan su profecía de muerte.

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